lunes, septiembre 25, 2006

Pesadillas diurnas

Lo consciente y lo imaginario conviven en nuestra mente de formas diversas.

En ocasiones no sabemos si estamos o no despiertos. Nos ocurre durante la noche… huimos porque nos persiguen en una pesadilla y despertamos… o creemos que despertamos. Despertar de un sueño en otro sueño es una experiencia que puede resultar terrorífica. Y es que el límite entre lo real y lo imaginario a veces nos resulta confuso.

También podemos estar sobre nuestra cama pensando si ya hemos vuelto… si ya ha pasado el sueño que hemos tenido y si lo que nos rodea es real. Esta pregunta puede durar desde unos segundos a un buen número de interminables minutos.

Pero lo más frecuente es que una y otra vez la realidad se meta en nuestros sueños. Nuestras preocupaciones, deseos, contexto... se convierten en historias en nuestros sueños. Historias distorsionadas e impresionistas muchas veces, y otras veces relacionadas con temas que tenemos en mente de forma clara.

Pero estas historias también las tenemos despiertos. Nuestra mente puede ir muy lejos soñando despiertos. Esto puede ser muy agradable o convertirse en verdaderas pesadillas. También nos puede ser útil para anticipar cosas que nos pueden pasar o para evadirnos de una realidad que no nos gusta.

La vuelta de la moneda son los problemas… tener pesadillas frecuentes, tener angustia por no saber dónde estamos y si estamos despiertos, evadirnos de la realidad con demasiada frecuencia, tener fantasías que nos turban o nos aterrorizan… Si sufrimos alguno de estos problemas debemos valorar cómo resolverlos.

Si estos problemas interfieren en nuestra vida cotidiana es necesario pedir ayuda. Esta es una regla general sencilla. Si las pesadillas no nos dejan descansar, o las arrastramos durante el día, o si para evadirnos de ellas hacemos cosas que nos perjudican… debes pedir ayuda. Quizá pienses que no la necesitas, pero si tu familia, pareja, amigos se han quejado o preocupado… debes pedir ayuda.

…y es que hay que hacer todo lo posible por ser feliz.

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