sábado, septiembre 30, 2006

Comentario al sueño con íncubo

El relato de este sueño puede dividirse en dos parte bien diferenciadas.

En la primera parte del sueño destaca más lo que el personaje central deja de hacer que lo que realmente hace. Debería ser el protagonista del sueño el que tuviera el control de la situación. Sin embargo, esto no sucede. Cuando el protagonista intenta tomar el control se siente en la necesidad de tomar una iniciativa para centrarse: consultar unos mapas.

En la segunda parte del sueño, se produce una fuerte sensación de ahogo. En ese momento el personaje central sueña que despierta y lo hace en otro sueño, en lugar de producirse un estado de vigilia. La sensación de ahogo se manifiesta en el relato de dos formas: tiras de papel en la boca y opresión sobre el pecho.

Este tipo de sueños que se insertan unos en otros suelen provocar una fuerte sensación de desconcierto. Con frecuencia este tipo de sueños constituyen intensas pesadillas.

Interpretación e indicaciones:

Tal y como ocurre en el sueño, habría que preguntar al soñante quién dirige su vida. Es posible que sean las circunstancias y exigencias de su entorno las que marquen el rumbo. También es posible que ante una eventual "toma de las riendas" el soñante no se sienta suficientemente seguro y necesite un criterio con el que hacerlo (mapas). Puede que esta situación vital sea la responsable de generar una intensa ansiedad y angustia.

En consecuencia, sería bueno evaluar la imagen que el soñante tiene sí mismo. También tiene interés ver qué aspectos de su vida pueden estar limitando la toma de decisiones.

Sin embargo, la interpretación de la segunda parte del sueño puede ser muy distinta. La sensación de ahogo durante el dormir y en el contenido del sueño es muy conocida.

Desde un punto de vista físico habría que pensar en la posibilidad de que el durmiente padezca de un síndrome de apnea obstructiva. En este síndrome se produce un alargamiento excesivo del tiempo entre una respiración y la siguiente. Este tiempo sin respirar en ocasiones puede alargarse tanto que provoque una reacción del organismo violenta. Cuando esto ocurre la persona inicia una bocanada de aire que puede llevarle a incorporarse de la cama y despertar. Sería pertinente un estudio médico para descartar una patología.

Desde un punto de vista cultural, la sensación de ahogo en los relatos de los sueños tiene un importante reflejo en el folklore de numerosos pueblos. Bajo la denominación de íncubos y súcubos se agrupan una serie de personajes que tienen en común dejar sin energía a la persona que duerme y, entre otros síntomas, producir sensación de ahogo.

En este sentido, es posible que exista una relación entre los problemas respiratorios durante el dormir y la existencia de estos personajes mitológicos. No cabe duda que la cuestión se presta a explicaciones mitológicas al producirse en la frontera entre la vigilia y el dormir, entre la realidad y el soñar.

En relación a los íncubos y súcubos, las experiencias personales han podido conformar explicaciones colectivas tomando elementos de lo real y de lo soñado. No hay otro lugar que el ámbito de lo espiritual y/o mitológico para almacenar este tipo de explicaciones.

viernes, septiembre 29, 2006

AHOGO: Sueño con íncubo

El sueño que se comenta a continuación pertenece a un hombre de 23 años.

Características del despertar:


El soñante despierta con una ansiedad elevada y una fuerte sensación de terror. Son muchos los síntomas de ansiedad de los que informa el soñante: cuerpo en tensión, latidos rápidos del corazón, sequedad de la boca, respiración agitada, etc.



El relato del sueño comentado es el siguiente:


"Dentro del sueño me encuentro en un auto con un amigo mío, peruano como yo, dirigiéndonos, según me dí cuenta, rumbo a mi casa.
Claramente recuerdo la bajada del puente de la Avenida que cruza el río, y luego la amplia autopista, entre el río y la Plaza de Toros.
Curiosamente yo iba sentado del lado izquierdo, del lado del timón, sin embargo era mi amigo el que conducía, cruzando sus brazos delante de mí. De pronto, nos dimos cuenta de lo ridículo de nuestra posición e intercambiamos lugares. Después de esto mi amigo me dijo algo, no sé exactamente qué, pero nos detuvimos y yo fui a dar una mirada a la parte de atrás del auto, ya que en el asiento trasero había unos mapas de carreteras. Los leí y cuando quise hablar con mi amigo, de mi boca comenzaron a salir tiras y tiras de papel, sentí que me ahogaba, comencé a desesperarme pues no paraban de salir de mi boca aquellas tiras, similares a los bordes de papel continuo que se usa en las impresoras convencionales. Quise gritar y desperté.
Mas, en realidad no había despertado completamente, eso me di cuenta después. Me veía recostado en mi cama en el cuarto a oscuras, veía, o mejor dicho distinguía cada objeto de mi habitación en su lugar habitual, el ropero, la mesa, el lavabo, el velador, etc. Estaba convencido de que estaba despierto. De pronto sentí una presencia cerca de mí, y luego ésta se colocó sobre mí. Parecía como si una persona hubierase sentado sobre mi pecho, sentía claramente aquel peso. Sentí miedo y de repente aquel peso sobre mi pecho comenzó a aumentar cada vez más, hasta tal punto que sentía que no podía respirar, sentía que apretaba sobre mí pecho y mi cuello. Me desesperé, quería gritar, pedir auxilio, pero mis palabras no se escuchaban, no conseguían salir de mi boca, recordé entonces en ese momento otros sueños similares e hice un gran esfuerzo por despertar, y finalmente lo conseguí.
Fueron cosas de instantes. Noté que intentar despertarme fue difícil, parecía que no lo conseguiría. Al final, abrí los ojos y me vi en la misma posición en que había estado durante mi sueño. Estuve despierto durante algún tiempo, dormí como una hora más y luego me levanté en definitiva, la mañana había comenzado y tenía que volver
a mis actividades."

lunes, septiembre 25, 2006

Pesadillas diurnas

Lo consciente y lo imaginario conviven en nuestra mente de formas diversas.

En ocasiones no sabemos si estamos o no despiertos. Nos ocurre durante la noche… huimos porque nos persiguen en una pesadilla y despertamos… o creemos que despertamos. Despertar de un sueño en otro sueño es una experiencia que puede resultar terrorífica. Y es que el límite entre lo real y lo imaginario a veces nos resulta confuso.

También podemos estar sobre nuestra cama pensando si ya hemos vuelto… si ya ha pasado el sueño que hemos tenido y si lo que nos rodea es real. Esta pregunta puede durar desde unos segundos a un buen número de interminables minutos.

Pero lo más frecuente es que una y otra vez la realidad se meta en nuestros sueños. Nuestras preocupaciones, deseos, contexto... se convierten en historias en nuestros sueños. Historias distorsionadas e impresionistas muchas veces, y otras veces relacionadas con temas que tenemos en mente de forma clara.

Pero estas historias también las tenemos despiertos. Nuestra mente puede ir muy lejos soñando despiertos. Esto puede ser muy agradable o convertirse en verdaderas pesadillas. También nos puede ser útil para anticipar cosas que nos pueden pasar o para evadirnos de una realidad que no nos gusta.

La vuelta de la moneda son los problemas… tener pesadillas frecuentes, tener angustia por no saber dónde estamos y si estamos despiertos, evadirnos de la realidad con demasiada frecuencia, tener fantasías que nos turban o nos aterrorizan… Si sufrimos alguno de estos problemas debemos valorar cómo resolverlos.

Si estos problemas interfieren en nuestra vida cotidiana es necesario pedir ayuda. Esta es una regla general sencilla. Si las pesadillas no nos dejan descansar, o las arrastramos durante el día, o si para evadirnos de ellas hacemos cosas que nos perjudican… debes pedir ayuda. Quizá pienses que no la necesitas, pero si tu familia, pareja, amigos se han quejado o preocupado… debes pedir ayuda.

…y es que hay que hacer todo lo posible por ser feliz.

martes, septiembre 19, 2006

Las pesadillas

Un tipo especial de sueños lo constituyen las pesadillas. Se trata de sueños en los que existe un fuerte componente de ansiedad.

Por lo general, el estado en el que nos despertamos no es el mismo cada vez que lo hacemos. Nuestros despertares varían como muchos otros aspectos de la naturaleza humana, esto es, la mayor parte de las veces sin grandes espectacularidades.


Pero en ocasiones lo espectacular ocurre. Es posible que algún día nos despertemos con un optimismo y humor inmejorables, con la sensación de no necesitar dormir ni un minuto más y con nuestro cuerpo totalmente recuperado de la batalla del día anterior.


La vuelta de la moneda son las pesadillas. En ellas caven todas las manifestaciones físicas de la ansiedad y del miedo. Síntomas habituales son los latidos rápidos del corazón, la respiración agitada, sentimientos de miedo, etc. En ocasiones la persona despierta llorando o gritando.


La mayor parte de nuestros despertares tienen un nivel bajo de ansiedad. Eso sí, existen notables diferencias entre unas personas y otras. Los niños y las mujeres suelen padecer pesadillas con mayor frecuencia.


También pueden producirse en cualquier momento vital de la persona de cierta trascendencia. Esto es así debido a que el cerebro no se desconecta de las preocupaciones diurnas del durmiente.


También es frecuente que aparezcan en patologías psicológicas o como consecuencia de un trauma vital importante. Esto último es conocido como estrés postraumático.

domingo, septiembre 10, 2006

La función de los sueños

Desde que la humanidad existe los sueños han prestado al hombre diversos servicios. Estos servicios han comprendido asuntos desde lo más banal a lo más trascendente. Es posible que la propia naturaleza del alma haya sido conocida en sueños, pues en los sueños podemos ser etéreos, visionarios, ubicuos, etc.

En culturas primitivas la diferencia entre los sucesos despiertos o dormidos tenían la misma importancia. Así los sueños han influido en las decisiones sobre la caza, las migraciones y otros asuntos cotidianos.

Hoy, la falta de criterio firme para estudiar los sueños hace que este tema no sea prioritario para la ciencia. Eso sí, esta falta de criterio es un buen abono para todo tipo de charlatanes y la proliferación de teorías. Así que podemos buscar fortuna en los sueños y a través de ellos saber qué número va a tocar en la lotería. Podemos encontrar libros que nos darán mensajes trascendentes sobre la salud, el dinero y el amor, etc. La principal función de los sueños se está demostrando que va a ser vender los libros de estos autores y enriquecerlos.

Bueno, esto no quiere decir que no haya científicos que lleven años tratando de desentrañar el misterio. Pero ellos hablan sobre la memoria, el procesamiento de la información y otros asuntos que venden menos.

miércoles, septiembre 06, 2006

Soñando...

Hasta hace unos años se pensaba que sólo soñábamos en lo que conocemos como sueño REM. Cuando los investigadores despiertan a las personas en esta fase del dormir obtienen relatos de sueños en el 80% de los casos.

Sin embargo, existen otras 4 fases en nuestro dormir. Y en estas fases No Rem también se sueña. Pero no tanto, y parece que de distinta forma. La investigación dice que un tercio de los despertares No Rem vienen con algunos recuerdos. Estos recuerdos son imágenes, voces, sensaciones de caídas, emociones. En ocasiones también se recuerdan alguna escena o incluso varias escenas. De esto último el porcentaje parece ser mucho menor. Lo sueños No Rem similares a los REM puede que no lleguen a un 10% Con todo, haberlos, los hay.

Como conclusión podemos decir que nuestro cerebro sigue activo mientras dormimos. Nuestra mente se entretiene generando experiencias en otra realidad.

sábado, septiembre 02, 2006

Qué es soñar

Puede leerse hoy en wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Portada ) que "soñar es la representación mental de imágenes, sonidos, pensamientos o sensaciones durante el sueño, generalmente de forma involuntaria.

Esta es la idea que muchos tenemos de lo que es el soñar. Es un fenómeno corriente que a lo largo de nuestra vida ocupará muchos miles de horas.

Sin embargo, poco o nada sabemos de su función. Existen muchas teorías que se acuñaron desde que Freud atrajera al ámbito de lo científico el acto del soñar.

Sin embargo, el estudio de los sueños no goza de buena prensa. Este es un tema que se presta a la charlatanería. Y es que resulta muy difícil hacer ciencia de una experiencia tan subjetiva.