Una historia impresionante. Te doy algunos apuntes sobre tu sueño…
- “eran como vértigos, cuesta abajo… hacia un río... dando vueltas...”. Cuando estamos dormidos nuestro cerebro no descansa. En ocasiones genera sensaciones relacionadas con el equilibrio. Estas sensaciones pueden incorporarse en nuestros sueños como sensaciones de vuelo, caída y/o levitación. Es similar a lo que ocurre cuando estamos dormidos y tenemos sed… en nuestro sueño podemos estar bebiendo cantidades ingentes de líquido. Parece ser que el sueño trata de mantenernos dormidos en lugar de crear una alerta.
- Si sólo me hubieras contado la primera parte del sueño, te hubiera preguntado por tu estilo de conducción. Es frecuente que soñemos con temas a los que despiertos no prestamos atención. Uno de esos temas son los riesgos cotidianos que asumimos.
- En una ocasión un amigo me contó que había soñado que derrapaba en una curva con gravilla y en otra que caía mientras hacía escalada. Como sabía que era un loco al volante le pregunté si estaba corriendo demasiados riesgos. Bueno, en unos días mi amigo cayó por un barranco y fue un milagro que se salvara, su acompañante tiene lesiones crónicas.
- La segunda parte del sueño puede estar relacionada con tu visión de la muerte, con la maduración y asimilación de este tabú. Solemos evitar plantearnos el tema y como nos crea ansiedad evitamos el contacto con estímulos que nos recuerden el asunto. Soñando nuestra mente vaga con más libertad, especialmente si el día anterior has recordado a alguien que se fue, te ha impactado alguna tragedia, has visitado a un enfermo, has sentido aprensión por algún dolor, etc.
- Si te fijas, conducción y muerte aparecen muy relacionados en los medios o en sucesos que nos son cercanos. Que los dos temas aparezcan en una misma noche, dando continuidad a algún estímulo o pensamiento, no me sorprende. Tu cerebro ha podido estar evaluando el tema “conducción y muerte”. Hay investigadores que piensan que una función de los sueños es realizar este tipo de ensayos. Y la razón que dan es que esto nos daría ventaja para actuar cuando estamos despiertos. Así, tu primera interpretación me parece muy acertada: “…pensaba que quizá era mi rostro el que buscaba entre la gente…”.
- Como conclusión de todo lo anterior puede verse que hay explicaciones sencillas que pueden darse a estas dos pesadillas. Éstas o quizá otras. Pero en principio no hay en estas pesadillas nada extraordinario.
- Pero ¿que ocurre con el suceso de tu amiga? Hasta aquí todo era explicable. A partir de aquí también… Nuestro cerebro tiene una sorprendente capacidad para encajar las piezas de ese puzzle que es la realidad. Y esto lo hace aunque en ocasiones las piezas no encajen. Tendemos a buscar relaciones y explicaciones a elementos que aparecen contiguos en el tiempo o físicamente. Esta cualidad que es buena, en ocasiones nos puede jugar alguna mala pasada. En ocasiones encajamos piezas erróneamente. Un ejemplo de ello son las supersticiones. Así con uno o pocos sucesos que coincidan somos capaces de aventurar “cosas” que dan mala suerte.
- Las pesadillas que has tenido y el accidente de tu amiga han coincidido en el tiempo. Las probabilidades de que esto ocurra son bajas. Sin embargo todas las noches soñamos varias veces y en ocasiones recordamos los sueños, especialmente las pesadillas. Tarde o temprano habrá alguna pieza que encajar y nos parecerá sorprendente soñar con alguien que luego hemos visto por la calle o con sucesos que antes han ocurrido soñando. Pero que de vez en cuando nos encaje una pieza sólo es una anécdota. No tiene más valor que eso.
- Ahora te doy una explicación paranormal, hasta aquí las explicaciones entran en el ámbito de la psicología y del más acá. Soy un escéptico, pero hay quien piensa que existen sueños premonitorios y telepáticos. Recientemente he recibido una noticia de un estudio de 5 personas que pudieran tener este tipo de sueños. Estas personas durante su infancia habían sufrido un trauma por periodos de ausencia de su madre. Según la autora estas personas han podido ser capaces de activar un mecanismo arcaico de comunicación. Esto implica tener un don. Es decir, deberías tener más sueños que te hagan pensar que realmente tienes esa capacidad. También puedes valorar si en tu infancia has tenido alguna experiencia de separación traumática que haya dado pie a que desarrolles esta capacidad para comunicarte por esta vía. Si las respuestas son “No” olvídate siquiera de pensar en explicaciones paranormales. Si aún así piensas que puedes tener capacidades telepáticas, se debería estudiar tu caso para ver si es razonable dar este tipo de explicación.
En resumen… estas dos pesadillas son interpretables con argumentos sencillos y dentro del ámbito de la psicología. Si hasta ahora no has tenido otras premoniciones, estas dos pesadillas no lo son. Por tanto olvídate de cualquier posibilidad de haber podido evitar el suceso. Si estas explicaciones no te sirven para quitarte el tema de la cabeza y estás sufriendo por ello, DEBES consultar a un psicólogo: puedes estar desarrollando un trastorno de estrés postraumático.
Buena suerte,
Neko.